Los últimos días del festival de arte Burning Man.
septiembre 4, 2015¿Aún Podemos?
septiembre 27, 2015En un análisis del último libro de Manfred Zylla, el crítico alemán Andrea Schlaier anotó que las imágenes que plasma el autor sugieren que el deseo de crueldad es intrínseco en todos nosotros. El septuagenario artista de origen alemán y sudafricano está de acuerdo, aunque puntualiza que ése no es el elemento sobre el que se centra su serie 120 Days of Sodom. Sin embargo, los ciento veinte cuadros que llevaron un año para ser realizados son su más transgresor trabajo desde los ochenta.
por Heidi Rasch
Tuvo una gran influencia de los escritos de Dante Alighieri y el Marqués de Sade, pero fue el último largometraje del cineasta italiano Pier Paolo Pasolini «Salò» el que dio la clave primaria para la creación de Zylla. A la hora de contextualizar la serie en forma de libro, el primer ensayista con quien el artista quiso contar fue Trevor Steele Taylor, a quien había conocido en Sudáfrica en los años 80. El escritor estaba familiarizado con la historia y el trabajo de Zylla como artista de resistencia; aunque fue la propia historia de Taylor la que lo hacía idóneo para escribir en esta publicación de arte y cine que el autor tenía en mente: un consumado experto en cine conocido como el campeón de lo alternativo, inconformista, excéntrico y, a menudo, patrocinador de películas oscuras. Taylor es el conservador de films que compone los carteles de sus festivales con joyas del cine descubiertas en la periferia de lo no convencional, largos incluso olvidados o tachados de demasiado controvertidos.
En una entrevista concedida recientemente por Taylor, afirmó: «Zylla llega a de Sade a través de una relación con las lentes del cineasta italiano Pier Paolo Pasolini. Pasolini es probablemente el más directo políticamente de los directores. Dicho esto, también es el más espiritual: un marxista con un profundo entendimiento del mensaje y la vivencia de Cristo, y un homosexual que glorificó la energía natural y la inocencia de la sexualidad en su más amplio significado».
Según Taylor, el último film de Pasolini «Salò» es «cine en el mismísimo borde del abismo. El libro de Sade concierne a un grupo de libertinos (representando el poder en la forma de la religión, la política, las finanzas y el gobierno) quienes, gracias a su riqueza, secuestran a un grupo de jóvenes para que esos ricos, mediante una serie de orgías rituales, satisfagan sus más depravados deseos. Pasolini restablece los hechos en la Italia fascista, en los últimos meses de la guerra, con las mismas figuras poderosas que desatan su crueldad y lujuria de poder sobre los jóvenes proletarios raptados. La serie pictórica de Zylla varía entre la representación directa de fotogramas del film de Pasolini y referencias al consumismo moderno, la inmolación nuclear, el fracking y la industria militar».
Zylla afirmó sobre su serie: «como pintor, quería inmortalizar escenas particulares de la película de Pasolini a través de pequeños e íntimos cuadros. Usé el contorno de una pantalla para captar como fotogramas las escenas y sus personajes. Quería modificar el contexto original y restablecerlo en una secuencia desordenada en la serie. Quería que cada pintura tuviese su propia narrativa. Mis cuadros no son imágenes estáticas de la película, sino que soportan la carga de mi intrincada pincelada. En conjunto, la serie forma un homenaje a Pasolini, pero quizá también refleja el mundo de hoy en toda su brutalidad. Un mundo sacudido, atrapado y lentamente sofocado por un deseo de poder y consumo. Esa es la visión que comparto con Pasolini. En el libro, cuento con varias voces que comentan el hilo de la serie. No había trabajado con escritores de esta manera antes, pero durante mi carrera he incluido textos en la mayoría de mis obras, he colaborado con artistas compañeros en Sudáfrica y Alemania y, probablemente, el proyecto más memorable fue cuando invité a mi comunidad local a alterar mis obras».
Además de la intervención de Taylor, el libro incluye presentaciones escritas por treinta y un escritores de diferente origen y profesión. Los ensayistas fueron instados a no referirse al trabajo de Zylla directamente, sino a centrarse en la contemporaneidad de las tres principales influencias. No es solo el legado de Pasolini como cineasta el que crea el vínculo entre la sección gráfica y la verbal, sino también su influencia como poeta y su uso del lenguaje. Se animó a redactar los textos en la lengua materna del autor y cada uno debía ajustarse a un límite de extensión. El vínculo con el cine se plasma en el texto con la inclusión de dos expertos en guiones de cine, la voz de un actor y una referencia a la música.
Una vez impreso y encuadernado, «120 Days of Sodom Manfred Zylla» se vuelve un volumen difícil de clasificar: como libro de arte, ha encontrado su espacio en las estanterías de libros de las bibliotecas de museos; y su rico contenido cinematográfico ha asegurado su llegada a numerosas bibliotecas de cine e institutos.
«120 Days of Sodom Manfred Zylla» publicado por ErdmannContemporary en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Texto de Trevor Steele, Aryan Kraganof, John Peffer, Chris Pretorius, Alessandra Atti Di Sarro, Professor John Higgins, Nicola Roos, Ludwig Binge, Antonín Mareš, Marlene Le Roux, Dr Nomusa Makhubu, Andrea Dicó, Niklas Zimmer, Caspar Greeff, Ivor Powell, Rafael Powell, Tim Leibbrandt, Pablo Cesar, Andrea Tapper, Stephen Thrower, Dr Ludmila Ommudsen Pessoa, Professor Rozena Maart, Erik Chevalier, Ashraf Jamal, Carsten Rasch, Hofmeyr Scholtz, James Matthews, Garth Erasmus, Cheng Qian, Cheng Haotian, Usen Obot y Paul Valentine.
Traducido por José Luis Munuera García