¿El referéndum de Reino Unido salvará Europa?
junio 15, 2016Siezus Lazius Fortius
agosto 4, 2016Reunirse con Patrizia Mirigliani es como encontrar un pedazo de la historia cultural italiana que ha otorgado al mundo belleza y estilo, afirma Massimo Gava. ¿Y a qué se refiere con eso? He aquí algunos nombres: Sophia Loren, Gina Lollobrigida, Lucia Bose, Maria Grazia Cucinotta. Nunca habrías oído hablar de ellas si no fuera por el concurso de Miss Italia.
Quedo con Patrizia en su casa de Roma, tras una noche de insomnio que ha pasado preocupada por su gato enfermo. De hecho, su ayudante acaba de llevarlo al veterinario. «Ha sido un calvario verlo mirarme con sus grandes ojos redondos y no ser capaz no saber qué poder hacer. Ayer estaba perfectamente», afirma preocupada, «y de repente ahí estaba sin apenas poder moverse».
Entiendo perfectamente su inquietud, puesto que cuando tu mascota te mira pidiendo ayuda y no sabes qué hacer, es una de las situaciones de mayor impotencia. Pero Patrizia declara que el show debe continuar y con su inimitable talento se sienta frente a mí dispuesta a sacar todos los chismes del concurso de Miss Italia. Lo siento amigos, no me refiero a trapos sucios, sino a lo que la experiencia ha supuesto para ella. Y cómo tras los años el concurso ha pasado por un lavado de imagen bajo su dirección.
Patrizia me cuenta que durante una buena temporada ella no quería tener nada que ver con el certamen. Creciendo a la sombra de su padre, el organizador original del concurso, y no siendo mal parecida, se encontró a sí misma en el epicentro de todo, lo que le resultó un tanto avasallante. Pero tras casarse y convertirse en madre se dio cuenta de que podría usar el evento como una poderosa herramienta para influir positivamente en la actitud general hacia la mujer.
A través de sus muchos años de existencia, ha habido muchos cambios, como de ser comentados por radio a la cobertura televisiva a nivel nacional. El criterio ha dejado de centrarse en las medidas de las modelos, se admite a madres, mujeres casadas y, a partir de este año, Patrizia anuncia que participarán mujeres con más curvas.
A través de sus muchos años de existencia, ha habido muchos cambios, como de ser comentados por radio a la cobertura televisiva a nivel nacional. El criterio ha dejado de centrarse en las medidas de las modelos, se admite a madres, mujeres casadas y, a partir de este año, Patrizia anuncia que participarán mujeres con más curvas.
«Pero… ¿Por qué no se admitieron desde un primer momento?», pregunto.
«Los organizadores no lo hicieron así deliberadamente pero fue más una tendencia cultural que comenzó en los 90 con el fenómeno de las supermodelos. La industria de la moda, de algún modo, impuso un look determinad, y delgadas era la forma en que las concursantes querían mostrarse para parecerse a sus ídolos. Pero cuando la modelo francesa Isabel Caro murió tras sufrir una grave anorexia me dije ‘basta ya’. Estaba en posición de cambiar la situación».
«¿Qué significa ´belleza’ para ti?».
«Una combinación de factores que hacen de una persona única. He visto tantas bellezas vacías bajo la carcasa, pero cuando ves una chica con una sonrisa misteriosa o un je ne sais quoi que la vuelve única, es diferente. Incluso la Loren o Lollobrigida, al tratar con ellas, puedes percibir que ellas mismas tienen algo propio de lo que no están orgullosas, aunque nadie lo haya notado.
Ellas afirmaron que, junto con sus estudios y vivencia personales, Miss Italia significó un punto de inflexión en sus vidas. Sí, se trata de un concurso de belleza pero ¿y qué? ¿Acaso como mujeres debemos temer la belleza? ¡No! Del mismo modo que no debemos temer hacer gala de nuestra inteligencia».
Aunque hoy en día el talento no es un ingrediente principal de la televisión, concursos como Miss Italia han dado a conocer figuras como las nombradas anteriormente y han servido de plataforma para que puedan expandir y dar a conocer su don.
Es verdaderamente extraordinaria la reinvención que ha conseguido Patrizia. Las participantes pueden introducirse en el show business y aprovechan el trampolín para concienciar sobre problemas que afectan a la mujer.
El número de mujeres que se presentan (unas 15.000), sus familiares y seres cercanos, más la propia audiencia de la atmósfera del evento lo convierten en un evento de masas.
Todo el tiempo la entrevistada muestra signos de preocupación por su gato, hasta que su asistente finalmente llega con él. Antes de dar por terminada la entrevista, Patrizia quiere remarcar que «los concursos de belleza han llevado a muchas mujeres a ser más independientes rompiendo los estereotipos. ¡Estoy decidida, como mujer, a apoyar con fiereza este tipo de eventos!».