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noviembre 24, 2022UN COMITÉ QUE NO TENDRÍA QUE EXISTIR.
Alberto Maestre Fuentes
Tras la catástrofe de la Segunda Guerra Mundial, se vio necesario que la humanidad debía de dotarse de una Organización internacional que evitara, en el futuro, conflictos armados como las dos guerras mundiales.
Tras la ineficacia de la Sociedad de Naciones, surgida tras la Primera Guerra Mundial, la cual no pudo evitar la brutalidad del fascismo y sus consecuencias, se optó, mediante la firma, por parte de 51 estados, el 24 de octubre de 1945, de la Carta de las Naciones en San Francisco, fundar la Organización de las Naciones Unidas, la ONU.
Las Naciones Unidas tendrá desde entonces su sede en Nueva York y se organizará, tras como estipula el artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, en seis órganos principales que son: La Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaria.
También existe, en base al citado artículo 7, el Comité de Administración Fiduciaria, que tiene como misión la de supervisar a los 11 Territorios fideicomisados, que estaban bajo la administración de 7 estados miembros de la ONU, pero debido a que, en 1994, todos estos 11 Territorios habían conseguido la independencia, dicho Comité suspendió sus operaciones ese mismo año.
El órgano principal de la ONU es la Asamblea General, en la cual están actualmente representados todos los 193 estados miembros.
Esta Asamblea a su vez tiene 6 comités principales, los cuales son: La Primera Comisión (Desarme y Seguridad Internacional); La Segunda Comisión (Asuntos Económicos y Financieros); La Tercera Comisión (Asuntos Sociales, Humanitarios y Culturales); La Cuarta Comisión (Política Especial y de Descolonización); La Quinta Comisión (Asuntos Administrativos y Presupuestarios); Y la Sexta Comisión (Jurídica).
En 1960, la Asamblea General aprobó la Resolución 1514 que se solicitaba el fin del colonialismo y el respeto a la libre determinación de los pueblos.
Esta Resolución, conocida como la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, será primordial para acelerar la descolonización desde entonces.
En base al deseo de erradicar el colonialismo, se creó al año siguiente, el Comité Especial encargado de Examinar la situación con respecto a la Aplicación de la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales conocida como el Comité Especial de Descolonización.
Actualmente esta Comisión cuenta con 29 países miembros.
Entre sus funciones tiene la de examinar la aplicación de la Resolución 1514 y formular sugerencias sobre los procesos de descolonización.
Además, cada año, dicha Comisión, revisa la lista de los Territorios No Autónomos pendientes de descolonización que todavía existen en la actualidad y que, con el paso de los años, se ha ido reduciendo considerablemente. También escucha a los representantes de estas colonias, encargar y organizar seminarios regionales y envía misiones visitadoras.
La Cuarta Comisión que tiene como una de sus bases primordiales, la descolonización, también trata asuntos como los efectos de la radiación atómica o el estado de las misiones de paz, entre otros.
En sus sesiones anuales examina las operaciones para mantener la paz y se informa sobre los Territorios No Autónomos, y la aplicación de la Resolución 1514, entre otros muchos más asuntos.
Y como cada año, se escucha en audiencia a distintos peticionarios representantes de organizaciones humanitarias, movimientos y partidos políticos, centros universitarios, investigadores, juristas, entre otros, que tienen intereses o son expertos en estas colonias.
La Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dio comienzo a su 77º periodo de sesiones el pasado 29 de septiembre; y desde el 3 de octubre hasta el próximo 11 de noviembre se irán desarrollando sus distintas sesiones.
Entre estas fechas, del 4 al 10 de octubre, los peticionarios pudimos exponer, ante dicha Comisión, nuestros puntos de vista sobre los 17 Territorios No Autónomos que todavía perduran en la actualidad.
Este año la cifra total de peticionarios fue de 198 para 10 de las 17 de estas colonias.
Así para Samoa Americana intervinieron 5 peticionarios. 1 para Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Gibraltar y Guam, respectivamente. 2 para las Islas Malvinas (Falkland) e Islas Vírgenes de los Estados Unidos de América, respectivamente. 3 para Nueva Caledonia. 19 para la Polinesia Francesa. Y, finalmente, nada menos que 163 peticionarios para el Sahara Occidental.
Los otros 7 Territorios No Autónomos pendiente de descolonización que no tuvieron peticionarios para este año han sido: Anguila, Bermudas, Montserrat, Santa Elena, Islas Turcas y Caicos, Pitcairn, de los cuales Reino Unido es la Potencia Administradora, y Tokelau, cuya Potencia Administradora es Nueva Zelanda.
Llama, pues, la atención que más del 80 por ciento de los peticionarios solicitaron audiencia para tratar sobre el Sahara Occidental.
Esto da una ligera idea de la magnitud sobre el interés que despierta la última colonia de África.
No en vano, como expresé en mi discurso ante la Cuarta Comisión, se trata del Territorio No Autónomo más extenso y poblado de todos ellos.
El primer peticionario en intervenir sobre el Sahara Occidental, fue, como en sesiones anteriores, el representante del Frente Polisario ante las Naciones Unidas, el diplomático Sidi Mohamed Omar.
Le siguieron la jurista canaria Inés Miranda Navarro como representante de la Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental y tras ella distintos peticionarios representantes de diversas organizaciones y grupos políticos canarios.
El gran número de personas provenientes de las islas Canarias para tratar el conflicto del Sahara Occidental refleja la preocupación latente que existe en el archipiélago sobre este tema.
La posición geográfica de las islas tan cerca del Sahara Occidental con tantos lazos históricos ha sembrado una unión sólida entre el pueblo canario y el saharaui que con el tiempo se ha consolidado.
Además, y como pude constatar en mis conversaciones con distintas personas de la delegación canaria, temen que, si un día Marruecos consigue el Sahara Occidental, y después Ceuta y Melilla, su próximo objetivo pueda ser las propias Canarias.
Solo había que observar la buena preparación de la delegación canaria para constatar que fueron a Nueva York a por todas y a defender la libre determinación del pueblo saharaui.
Como españoles hicimos lo que debería hacer nuestro gobierno, pues le pese, es la potencia Administradora de iure del Sahara Occidental, tal como informes de la ONU han constatado.
Es decir, simplemente defendimos las Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor del pueblo saharaui.
Saharauis que fueron españoles a todos los efectos hasta 1975 y que literalmente el gobierno de Madrid abandonó a su suerte en aras de no perjudicar sus relaciones con Marruecos, aunque implicara faltar a su palabra y no completar el proceso de descolonización que estaba en marcha.
Personalmente ha sido un honor y una experiencia muy satisfactoria poder dirigirme ante esta Cuarta Comisión en mi calidad de miembro del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental de la Universidad de Santiago de Compostela.
Poder intervenir ante una de las Comisiones Principales de la Asamblea General de las Naciones Unidas para tratar sobre un territorio que en su día fue considerado por España una provincia más, ha sido simplemente emotivo.
Como dije ante los miembros de la Cuarta Comisión, la solución ya está dada desde hace décadas, solo es voluntad de aplicarla y más entre dos pueblos hermanos como son el marroquí y el saharaui.
Además, he tenido el privilegio de poder compartir con grandes personas, de distintas nacionalidades (entre ellos saharauis y marroquíes) y poder hablar y escuchar sus puntos de vista en un ambiente agradable y distendido.
Constaté que la mayoría de los peticionarios y miembros de las delegaciones presentes, tienen muy claro que los procesos de descolonización deben concluir, una vez por todas, pues no hay lugar para el siglo XXI, de la existencia todavía de colonias.
Las Naciones Unidas deben liquidar los resquicios coloniales representados por estos 17 territorios.
Todos son conscientes de esto.
Y esto es más importante de lo que parece, pues abre la puerta a solucionar el conflicto del Sahara Occidental.
Esperemos que más pronto que tarde la ONU se ponga realmente en serio en esta tarea y ya no se convoquen más sesiones para la Comisión Política Especial y de Descolonización (Cuarta Comisión) de la Asamblea General, puesto que esto significará que se ha cerrado definitivamente el proceso de descolonización y se ha cumplido, por fin, la Resolución 1514.
Resolución 1514 que no olvidemos y, como señalé al principio, se declara el derecho de todos los pueblos a la libre determinación.